Cristóbal Tortosa Marín
Músico Enamorado de la Guitarra Clásica Española
Desde muy pequeño en Almería, España, donde nací, siempre sentí atracción por la música, y especialmente por la guitarra flamenca.
A mis once años, mi familia se trasladó a la Carolina, pueblo de la provincia de Jaén. Viendo mis padres la pasión que tenía por la música y sobre todo por la guitarra, me regalaron mi primera guitarra, con la que empecé a tocar. A mis once años, mi padre contrató a un profesor de guitarra (el maestro Ramos), el cual me inició a tocar dicho instrumento y con quien estuve tomando clases, hasta los trece años.
A los catorce años, junto con otros tres amigos, formamos un grupo musical llamado "Los Jupis", grupo que estaba compuesto por un pianista, dos guitarristas y un baterista.
A parte de yo tocar la guitarra en el grupo, era el cantante del mismo. Tocábamos en las diferentes fiesta del pueblo y ensayábamos todos los días.
Mi pasión por la guitarra, me llevó a tocar en solitario varias horas al día, una vez que el grupo dejó de existir, descubriendo en ese periodo, la fantástica polifonía que la guitarra tenía, tanto al ejecutar música clásica como el flamenco. A partir de un determinado momento, y después de escuchar por largos periodos al genio universal de la guitarra clásica, Andrés Segóvia, dejé de tocar flamenco y me concentré en la ejecución de la música barroca tanto de los autores españoles, como italianos.
La guitarra me acompañó durante toda mi vida y hoy, una vez retirado de mi actividad profesional, vuelvo a tocar con bastante frecuencia.
Mi objetivo, es mostrar al publico los maravillosos sonidos de este gran instrumento, el cual, como decía Andrés Segóvia, es el mas fácil de tocar mal, pero el mas difícil de tocar bien.
“La guitarra es el instrumento más difícil de tocar bien y el más fácil de tocar mal.”
“Andrés Segovia”